Cuantas ganas de odiarlos, de levantarte de tu jardín escapar del olor, pero a parte de la comida descompuesta también has encontrado tesoros invaluables entre esas tierras, cosas que te acompañan de por vida. Como las palabras del librito que leíste que nunca sonaron tan coherentes como en ese momento, o la canción que te hizo llorar por primera vez, porque antes la escuchaste acompañado, ahora la escuchas a solas.
Todo esto no lo puedes desconocer, pero cuando ya sientes que te desmayas porque el olor ya inundó no solo tus pulmones, sino también tu estomago, tus riñones, incluso tu corazón, cuando ya la sientes impávida en todo el cuerpo te vas, y te encuentras con otras personas en sus propios jardines, que también desentierran comida podrida, y los entiendes como nadie. Ahí es cuando se forma esa conexión que solo puede darse en una situación asquerosa como aquella.
Todo esto no lo puedes desconocer, pero cuando ya sientes que te desmayas porque el olor ya inundó no solo tus pulmones, sino también tu estomago, tus riñones, incluso tu corazón, cuando ya la sientes impávida en todo el cuerpo te vas, y te encuentras con otras personas en sus propios jardines, que también desentierran comida podrida, y los entiendes como nadie. Ahí es cuando se forma esa conexión que solo puede darse en una situación asquerosa como aquella.
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